La magia como tal no existe, todo son trucos fáciles, e ilusiones ópticas. Ilusiones ópticas que se ven multiplicadas por el efecto que ejerce el alcohol y el cansancio en nuestro cuerpo a las altas horas de la madrugada, a esas horas es más fácil de ser mago, o por lo menos presumir de serlo.
El truco es sencillo, cualquier torpe como yo podría hacerlo, pero es truco, y la grandeza de los mismos es que no se revela, nos lo enseñó Anskar, y ahora nos estamos haciendo famosos, entre bailes y trucos .... cualquier día tendremos que empezar a firmar autógrafos, así que mejor que empecemos a aprender a escribir con lápiz y papel que tanto teclado y pantalla plana, nos están atontando.
Después, de engañar a unas cuantas con nuestro pañuelo amarillo y su virtud de hacerlo desaparecer, llegó nuestro salto a la fama, pillamos a dos chatis (desesperadas) por banda, (importante para que todo salga bien, que vayan un poco pimpladas), y las hacemos desaparecer el pañuelo, la primera vez no te prestan atención, porque piensan este tonto va más borracho que yo, pero ¡coño! cuando ven que el pañuelo no esta.... la cosa cambia, y entonces te mandan volver a repetirlo, y el pañuelo vuelve a desaparecer y es entonces cuando te empiezan a sobar todo el cuerpo buscando esa cosa amarilla, así que decides que aparezca cuanto antes, ya que, se están aprovechando físicamente de ti, y no están cobrando ni un duro.
Pero bueno dejémonos de rollos, y centrémonos en lo que nos interesa, las dos chatis, se lo haces ya tres veces, y ya no dan crédito a lo que ven, y deciden llamar a otra amiga, para haber si ella es capaz de captar el truco, y tampoco, así que llaman a otra, y tampoco, y luego al novio de otra, y de repente te ves envuelto en un corro de 4 o 5 personas, haciendo tus cosas, con más miedo que la ostia por si te cazan, hubo suerte y no nos cazaron y el misterio del pañuelo sigue en pie.
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