Espuma y chapuzón

La espuma, otra celebración que tiene lugar durante las fiestas de Aranguren, y que siempre congrega multitud de gente.

Ayer, sobre las 17 horas, con algo de retraso como ya viene siendo habitual por estos lares, el cañón comenzaba a tirar espuma, para los más peques y no tan peques. Pronto apareció el carrito de la espuma para comenzar a dar vida a la fiesta. Así, se siguió la fiesta hasta que la altura de la capa de espuma empezó a ser considerable. Y con esa altura, no se podía apreciar lo que ocurría a ras de suelo, así, pronto empezaron las zancadillas y demás lindeces, que provocaron que más de uno acabará dando con los dientes en el suelo, pero aquello parecía ya catado por la multitud que allí se congregaba a disfrutar de la espuma, así que había que buscar nuevas formas de putear. Y estas no tardaron en aparecer, esta vez en vez de zancadillas se utilizaba la manguera a modo de trampa, y también varios volvieron a dar con los dientes en el suelo.

Una vez que todos disfrutamos de la espuma, ya sólo quedaba quitarnos un poco la espuma de cara y manos, para acudir a toda velocidad al Cadagua.

Una vez en el Cadagua, pudimos observar que la Comisión se había reservado una sorpresa, aunque con el paso del tiempo ya no es tan sorpresa, ya que Ramiro y Pablo volvieron a hacer disfrutar a todos en el río, y con ellos se aseguraba que no habría ningún accidente.

Al principio, pocos fueron los niños que se animaron, así que Ramiro y Pablo tuvieron que hacer un descenso por el río nadando, para animar a los niños a mojarse y quitarse la espuma. Y una vez que el paseo por el río hizo su función, todos los niños se tiraron al agua a disfrutar de un buen chapuzón. Y viendo los tiempos de piratería que se viven por Somalía, y que no se sabe donde pueden acabar estos niños en un futuro, Ramiro y Pablo sorprendieron a todos, con un abordaje a un navío de pasajeros, para que todos los niños supiesen como actuar frente un ataque pirata.

Tras la exhibición pirata de Ramiro y Pablo, se retiraron del río y dejaron que los niños disfrutarán sólos en el agua, pero la no presencia de los monitores en el río asustó a los padres, y obligaron a toda la cuadrilla a salirse del río, porque aquello se había vuelto peligroso.