Mujeres en el médico

Si es que las mujeres, son todas parecidas o iguales, ni aunque las pidan silencio pueden estar calladas, así que en la sala de espera del médico no iba a ser menos. Así que allí hemos tenido que soportar todo tipo de comentarios, acertados o desacertados, pero al final comentarios, y es que, como no hay nada más que hacer pues escuchas.

Y primeramente ves a la mujer hablando con una(a partir de ahora Y), en cuanto le llaman Y para adentro, pues se pone a hablar con el acompañante (persona a la que la mujer ha llevado al médico), y se oyen comentarios del acompañante como que la deje, que no la hable, a lo que la mujer responde si Y es muy maja y agradable, que tal y que cual. Sale del médico Y, y hasta que recibe los resultados la mujer sigue hablando con Y. Una vez tiene Y los resultados en la mano se despide, con un encantado de conocer y tal y cual, sus oportunos besos no falta, y toda la parafernalia, en parte buscado por Y y en parte buscador por nuestra mujer protagonista.

Pues bien, en esto entra otra mujer, a partir de ahora X, y es que, como nuestra mujer no puede estar callada, pues enseguida empieza a dar al palique con X, si a usted la conozco que si tal y que si cual, y en un momento de impás, la mujer protagonista aprovecha a contarle a X, todo lo pesada que es Y, cuando hace escasos 10 minutos estaba a gusto hablando con ella, se quejaba de que Y le había dejado un dolor de cabeza insoportable, increíble.

Y ya para completar la hazaña, cambia el tema y se empieza a quejar de que la Clínica es una Clínica privada, y que tendrían que tener preferencia los socios de la clínica y no los pacientes que envía Osakidetza, porque no se si sabrán, pero ahora Osakidetza tiene por costumbre enviar a algunos de sus pacientes a las clínicas privadas, porque ellos no dan a basto. Pues eso, la mujer protagonista pedía que se atendiese antes a los socios de la Clínica que a los de Osakidetza, que para eso pagan, como Osakidetza no pagaría a la Clínica por hacer ese servicio..... Ya saben, hablar es gratis, y esto es un claro ejemplo.