Esta historia comienza a las 2 de la madrugada, cuando un grupo de cinco amigos se dirigía a casa, por ponernos en situación. Pues bien, debido a la importante fiesta que se habían pegado comienza a atacarles el sueño, bueno alguno piensa que el dueño del coche es el encargado de meter polvos somníferos en el coche para que la gente se duerma, el trayecto es largo y aburrido, y sólo quedan dos en liza, y es muy pronto para volver a casa así que en un momento de lucidez de ambos, deciden ponerse ellos a dormir, claro que uno era el que conducía y había un pequeño problema, pero bueno eso ya estaba pensado, la ambulancia se encargaría de recoger a los cinco, y de allí directos a Cruces, que les habían contado a los cinco amigos, que allí siempre hay un ambiente de la leche, que siempre esta lleno de gente, que no hace más que salir y entrar gente, porque se conoce que no entran todos a la vez en el mismo lugar.
Además, también les han contado que hay un grupo de personas que dirigen el cotarro, pero que hay tres rangos entre esas personas, los hay de bata blanca, bata verde y bata azul. Los de bata blanca cuentan que son enfermeras, que esas las puedes encontrar a cualquier hora, los de bata verde son médicos, pero sin gran alarde de conocimientos, y los de bata azul ya son los jodidos, los que salen a decir a tu familia que la has espichado.
Pues, bueno con este plan no quedaba otra, que quedarse dormido esperar a la ambulancia acudir al fiestón de Cruces, y que al día siguiente cada uno cuente sus experiencias, se cree que mucha gente no las ha podido contar, pero dicen que el que las cuenta, siempre lo ha pasado de cine, esperemos que vuelvan pronto nuestros cinco aventureros y nos cuenten sus vivencias en Cruces.
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