lunes, 25 de agosto de 2008

Otro record ha caído

Después de estos días de Juegos Olímpicos en Pekín y observar que Phelps y Bolt se hinchaban a batir récords del mundo, en el Regional también queríamos batir algún tipo de récord. Así que nos pusimos a reflexionar en la redacción para ver que récord podríamos tirar por tierra. La única condición que le poníamos a ese récord era que tendría que estar relacionado con la Aste Nagusia de Bilbao que también se ha celebrado durante estos días.
Pronto surgieron las ideas, quemar a la Marijaia antes del Domingo, o mangar un par de garrafas de detergente a los barrenderos fueron algunas de las ideas que se propusieron, pero ninguna nos terminó de convencer totalmente. Hasta que habló una voz mágica y nos propuso batir el récord de mujeres conquistadas en una noche. Esta idea molaba, sólo que había un pequeño inconveniente, y no era otro que el récord entre el personal del Regional estaba en cero mujeres por noche, con lo que a poco que hiciésemos se iba a batir el récord, así que cambiamos un poquitín la prueba, y decidimos batir el récord de mujeres que eran capaces de dedicarnos cualquier tipo de insulto en un diálogo inferior a cinco minutos, ya que, entendemos que si superamos ese tiempo lo más normal que ocurra es que nos insulten, porque la paciencia de las mujeres dura eso, cinco minutos aproximadamente.
Así que nos pusimos manos a la obra, durante el concierto de Baute nos dedicamos a observar posibles aliadas para nuestro récord, y mantuvimos la compostura, pero una vez terminado el concierto, fuimos a batir nuestro récord. De esta manera, pronto empezaron los descalificativos del estilo a "¡Qué subnormal!" o ¡Qué gilipollas!. Lo estábamos consiguiendo, íbamos por el buen camino, pero la noche se iba acabando, y como todo récord, el nuestro también tenía un tiempo limitado. El récord estaba en 12 mujeres que nos habían descalificado, y a las 7 de la mañana lo teníamos igualado, pero había que marchar a casa a ver el partidazo de la selección de basket. Todo esto parecía indicar que no íbamos a ser capaces de superar nuestro récord, así que montamos en el tren medio resignados, pero no derrotados, pronto aparecieron dos mujeres y enseguida las ofrecimos asiento a la orilla nuestra, era la última oportunidad para conseguir el récord, así que había que darlo todo. Pronto comenzamos a ponerle condiciones a su estancia al lado nuestro en el tren, así que no tardaron en decirnos aquello de "¡Qué bordes!". Lo habíamos conseguido, habíamos conseguido que 13 mujeres nos insultasen en una sóla noche, eramos como Bolt y como Phelps, habíamos batido todos los récords, nadie confiaba en nosotros, pero lo conseguimos.
El próximo reto será conseguir que sean 14 mujeres las que nos insulten en una noche, veremos si somos capaces. Eso sí, no vale que seamos nosotros primero los que las faltemos al respeto ¡eh!, sino la prueba habrá terminado.
¿Seremos capaces? Yo creo que sí. Veremos lo que nos dice el tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

E pero por lo menos consegui 2 mesenger e jejeej algo avanzamos jejej