La noche lluviosa parecía que iba a dejar a todos los peregrinos que van a Begoña en casa, pero al final no fue así. Muchos fueron los valientes que como sucede año tras año por esta fecha se acercan peregrinando hasta la Basílica de Begoña.
La tarde- noche caracterizada por continuos aguaceros parecía presagiar que sería una noche difícil para los peregrinos, pero al final no resultó así. Llovió sí, pero no tanto como parecía, y con un buen equipo de agua se pudo hacer frente a la situación. Pero como ya se sabe, en estos temas, hay gente para todo, unos que van muy bien equipados, con su paraguas, su chubasquero, su plástico para la mochila e, incluso, ropa nueva para cambiarse después de la caminata, mientras que otros, iban prácticamente con lo puesto, es más, alguno llevaba las playeras con algún que otro agujero, que provocó importantes inundaciones en sus calcetines. Lo que provocó que algunos pasarán más frío que otros en su llegada a Begoña.
En cuanto al recorrido, al final se pudo subir por el alto de Kastrexana y se evitó así pasar por Zorroza y así evitar una mayor caminata. Eso sí, según nos cuentan algunas fuentes cercanas, la Ertzaintza estuvo parando a aquellos peregrinos que no iban con el chaleco reflectante reglamentario, no se sabe si les multaba o si, únicamente, les amonestaban verbalmente para próximas ocasiones.
Así, que habrá que andarse con ojo en futuras ediciones y llevar la indumentaria reglamentaria, para caminar de noche por la calzada.
La tarde- noche caracterizada por continuos aguaceros parecía presagiar que sería una noche difícil para los peregrinos, pero al final no resultó así. Llovió sí, pero no tanto como parecía, y con un buen equipo de agua se pudo hacer frente a la situación. Pero como ya se sabe, en estos temas, hay gente para todo, unos que van muy bien equipados, con su paraguas, su chubasquero, su plástico para la mochila e, incluso, ropa nueva para cambiarse después de la caminata, mientras que otros, iban prácticamente con lo puesto, es más, alguno llevaba las playeras con algún que otro agujero, que provocó importantes inundaciones en sus calcetines. Lo que provocó que algunos pasarán más frío que otros en su llegada a Begoña.
En cuanto al recorrido, al final se pudo subir por el alto de Kastrexana y se evitó así pasar por Zorroza y así evitar una mayor caminata. Eso sí, según nos cuentan algunas fuentes cercanas, la Ertzaintza estuvo parando a aquellos peregrinos que no iban con el chaleco reflectante reglamentario, no se sabe si les multaba o si, únicamente, les amonestaban verbalmente para próximas ocasiones.
Así, que habrá que andarse con ojo en futuras ediciones y llevar la indumentaria reglamentaria, para caminar de noche por la calzada.
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