lunes, 27 de julio de 2009

Sorpresas te da la vida

La vida te da sorpresas, y es que cuando creías que los nuevos niños nacían con una PSP o similares debajo del brazo, y que ya no se practican los juegos infantiles a los que tu jugabas, chapas, escondite, momia y similares. Te das de bruces con un grupo de niños, que no juegan a ningún juego de los anteriores nombrados, sino que lo hacen al mítico juego de PI, y además lo hacen, con las mismas reglas con las que tu jugabas.
Así que al ver tan maravillosa escena no te queda más remedio que observar la bella estampa que dejan los cuatro muchachos, dos chicas y dos chicos jugando. Uno se la queda, y grita aquello de PI cuento, PI uno, PI dos... y así subiendo hasta llegar a 20 o al número que se estipule antes de la partida, el resto, deberá golpear el brazo del que se la queda, que los tendrá debidamente estirados, y con los ojos cerrados para que no vea dónde se esconde la gente. Así, se llega hasta veinte, y el muchacho que se la queda, divisa el paisaje que queda a su alrededor, sin observar nada que le llame especialmente la atención, así que decide moverse, pero claro, sólo puede dar tres pasos, así que tiene que elegir muy bien la dirección hacía dónde va, una vez elegida la dirección, da tres pasos, lo más grande posible, y vuelve a buscar a sus amigos, allá a lo lejos consigue divisar a uno PI Nerea, será la elegida para quedársela en la nueva partido, pero aún tiene que terminar ésta, así que como no ve a nadie más, grita aquello de PI cuento, y los dos que quedan por ahí escondidos vuelven a correr hacía la persona que se la queda, para tocar de nuevo sus brazos y volver a esconderse, antes de que ésta termine de contar. Y así se continua hasta que queden todos pillados, momento en el cual se comenzará una nueva partida, y el que ha sido primero en ser pillado, deberá quedársela.

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