No eran fiestas de Bilbao, ni de Aranguren, ni siquiera era nochevieja y tampoco año nuevo, es más ya tampoco eran carnavales, pero nos sorprendio el cortador de rollo. Ayer volvió a dar síntomas de vida, pero esta vez se mudó de cuerpo. Si casi todas las veces anteriores nos había sorprendido con su presencia en el cuerpo de Iñaki, ahora incompresnsiblemente nos sorprendió con el cuerpo de Arkaitz.
Y es que cuentan las malas lenguas, que en el momento más álgido de la noche, cuando tenía a una chatunga amordazada entre sus brazos, y el macho ibérico se disponía a realizar su tarea, sucedió lo imprevisible, la chatunga se removió de forma inexperada y acarició el aspero jersey de Arkaitz, y la chatunga como si de una posesión se tratará, comenzó a relatar frases del estilo a: " que áspero es el jersey"; "que de bolitas tiene"; "tu no tienes suavizante en casa" "yo te recomiendo mimosín", y alguna frase más que se nos escapará de la memoria. De tal forma que Arkaitz tuvo que aguantar la chaparrada como pudo, y en vez de repartir tortazos prefirió repartir sonrisas, aunque se le noto afectado, y a pesar de que la chatunga intentaría pedirle perdón por activa o por pasiva, ya no había vuelta atrás, volvía a reaparecer el espíritu del cortador de rollo.
Y es que cuentan las malas lenguas, que en el momento más álgido de la noche, cuando tenía a una chatunga amordazada entre sus brazos, y el macho ibérico se disponía a realizar su tarea, sucedió lo imprevisible, la chatunga se removió de forma inexperada y acarició el aspero jersey de Arkaitz, y la chatunga como si de una posesión se tratará, comenzó a relatar frases del estilo a: " que áspero es el jersey"; "que de bolitas tiene"; "tu no tienes suavizante en casa" "yo te recomiendo mimosín", y alguna frase más que se nos escapará de la memoria. De tal forma que Arkaitz tuvo que aguantar la chaparrada como pudo, y en vez de repartir tortazos prefirió repartir sonrisas, aunque se le noto afectado, y a pesar de que la chatunga intentaría pedirle perdón por activa o por pasiva, ya no había vuelta atrás, volvía a reaparecer el espíritu del cortador de rollo.
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