Como ya saben casi van a para dos años la construcción de las viviendas de enfrente de la estación de Aranguren, y con obreros así podría ir hasta más largo. Como ya habéis podido observar han amurallado toda la zona con una valla, será con la intención de que no entren los radicales de la zona a realizar sus necesidades, o a incordiar, o simplemente a realizar el botellón, pero como ya se sabe esas vallas tienen poca estabilidad vertical y hace unos meses en la zona más cercana al Savoy las vimos tiradas un día si y otro, también, como consecuencia del viento. Pues bien, los obreros decidieron poner unas tablas para dar más consistencia a ese vallado, y vaya que si lo consiguieron. Han conseguido que las vallas ya no se caigan para dentro de la obra, pero para fuera, es decir, para la carretera siguen cayendo igual.
Lo decimos porque tenemos las palabras de una voz anónima que sufrió en sus pieles la caída de la valla.
Regional de Aranguren: ¿Qué le paso el otro día cuando se desplazaba a su puesto de trabajo?
Voz Anónima: Si yo el otro día me desplazaba en mi turismo hacía mi lugar habitual de trabajo, cuando al pasar por la zona de obra me vi con la valla tirada en mitad de la carretera.
R.A.: ¿Cómo reaccionó ante tal problema?
V.A.: Lo primero que hice fue cagarme bien alto, y después me baje del coche y de mala ostia levante la valla.
R.A.: ¿No se le pasó por la cabeza tirar la valla hacia dentro de la obra?
V.A.: No sólo se me pasó por la cabeza, sino que también lo intenté, pero entre el invento que tenían ahí preparados los obreros, las escasas fuerzas que tiene uno a esas horas de la mañana, y la sensación de llegar tarde al trabajo, no pude con la valla.
Pues ya lo ven, esas vallas son un peligro, o acaban pronto, o acabaremos lamentando heridos en la zona.
Lo decimos porque tenemos las palabras de una voz anónima que sufrió en sus pieles la caída de la valla.
Regional de Aranguren: ¿Qué le paso el otro día cuando se desplazaba a su puesto de trabajo?
Voz Anónima: Si yo el otro día me desplazaba en mi turismo hacía mi lugar habitual de trabajo, cuando al pasar por la zona de obra me vi con la valla tirada en mitad de la carretera.
R.A.: ¿Cómo reaccionó ante tal problema?
V.A.: Lo primero que hice fue cagarme bien alto, y después me baje del coche y de mala ostia levante la valla.
R.A.: ¿No se le pasó por la cabeza tirar la valla hacia dentro de la obra?
V.A.: No sólo se me pasó por la cabeza, sino que también lo intenté, pero entre el invento que tenían ahí preparados los obreros, las escasas fuerzas que tiene uno a esas horas de la mañana, y la sensación de llegar tarde al trabajo, no pude con la valla.
Pues ya lo ven, esas vallas son un peligro, o acaban pronto, o acabaremos lamentando heridos en la zona.
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